Muchísimo tiempo ha pasado, quizás mas de el que yo puedo ya recordar. Pero lo único que sé, es que nunca me he detenido. He aprendido a ver la belleza, en cosas , que la gente ni si quiera se percata de su existencia. La sonrisa de alguien que hacemos feliz, poder ser el hombro donde caen tus lágrimas o tan sencillo como despertarte temprano para ver el amanecer. Cosas quizás tan sencillas y que nos hacen sentir tan bien, que hemos olvidado. Quizás, el poder ver a la soledad como tantos otros sentimientos, no como algo que nos acosa, si no como alguien que nos acompaña, ha diferido de una manera un tan sutil en mi mismo. Quizás no solo el poder haber elegido mi lugar, ni mi procedencia fueran suficiente, ahora a este teatro sin publico a la que todos llamamos vida, me ha regalado lo mejor que se puede tener de la misma, y no es si no, una nueva visión. Poder ver la belleza en la cabeza de las bestias, en una lágrima que se escapó al verte ir, o en tan solo nuestro adiós. Pues que sí no, es esta vida, si no sonreír de cada momento que nos acompaña...
...Incluso con todo lo que discutimos nunca me arrepentiré de haber caminado tanto... |